Un empleado dijo ante el juez que la instalación estaba en condiciones. "Esto tiene mantenimiento cero", dijo el gasista imputado de estrago culposo en la declaración ante el juez.
Cuatro días antes de la tragedia desatada en Salta 2141, Litoral Gas revisó la instalación. Y con el precario mecanismo de poner agua jabonosa a las tuberías y a la válvula que regula la entrada de gas de la red pública a la domiciliaria, dejó asentado que estaba en condiciones de uso. El dato, que resulta valioso para encadenar las responsabilidades penales en el hecho, surgió ayer en Tribunales y fue aportado por un inspector de la compañía. Además, se conocieron más detalles de la declaración del gasista imputado de estrago culposo, quien al destapar la caja del sistema dijo textualmente: "Esto tiene mantenimiento cero".
El juez correccional Nº 7, Juan Carlos Curto, al frente de la compleja investigación judicial del accidente más grave que se registró en la historia de Rosario, visitó ayer el escenario de la tragedia y dejó claro que no sólo el gasista Carlos Osvaldo García, que trabajaba en lugar el día de la explosión, cargará con la pesada mochila de convivir con el accidente.
"Litoral Gas es un actor principal de los hechos", aventuró Curto.
El juez, junto al fiscal de Cámaras, Guillermo Camporini, participó personalmente del secuestro de la válvula y de otros mecanismos de la conexión de la red de gas que colapsaron, y ordenó peritarlos.
Al mismo tiempo, en Tribunales se tomaron declaraciones testimoniales para intentar reconstruir el desastre y llegar al fondo de las causas que lo desencadenaron.
Por el juzgado pasaron tres inspectores de la empresa, uno de los cuales constató dos veces el edificio. La última vez fue el viernes 4 de agosto, porque "lo mandó un jefe".
"Dijo que puso agua jabonosa a la cañería y a la válvula, certificó que no había pérdidas y habilitó el servicio", confirmó una fuente judicial sobre la inspección de Litoral Gas. Esa revisión fue a causa de un arreglo hecho entre el 26 y 27 de julio (días en los que se cortó el servicio) por un primer gasista que también manipuló el sistema.
Ese hombre, sugerido por un plomero que hacía mantenimiento eventual en el edificio, también declaró ayer en el juzgado de Curto.
Explicó que reparó la válvula, pero, como no encontró el repuesto que le debía cambiar (por la antigüedad del aparto no se consiguen sus partes en los comercios del rubro), hizo una adaptación artesanal.
Pero los vecinos seguían notando baja presión en sus artefactos (hornallas, calefones) y el mismo viernes 2 de agosto realizaron una reunión de consorcio donde acordaron llamar a otro prefesional. En este caso convocaron a García para que diera una solución definitiva al problema.
Luego, sobrevino lo ocurrido el martes, sobre las 9.40, cuando el gasista realizaba las maniobras para cambiar la válvula de gas y eso desembocó en la pérdida del fluido y la posterior explosión.
Ayer se conocieron más detalles de la declaración de García (detenido junto a su ayudante Pablo Daniel Miño), quien afirmó que al revisar la válvula dijo que era obsoleta y con "mantenimiento cero" (ver aparte).
Aviso. El operario agregó que antes de intervenir en el edifico dio aviso a la sucursal zona sur de Litoral Gas (24 de Septiembre 246), pero allí le dijeron que no era necesario cortar el suministro en la vía pública. Ese es un aspecto sobre el que también se enfoca la pesquisa.
Si bien hasta el momento surge como evidente que el hombre tuvo una actitud negligente —está imputado de estrago culposo agravado por las muertes— la pesquisa también se orienta en el rol de Litoral Gas.
Es que los elementos colectados hasta el momento abren el debate en relación al cumplimiento de un plan de obras de parte de la empresa, su competencia y compromiso de fiscalización ante los usuarios, niveles de inversión necesarios para garantizar la seguridad de la ciudadanía, y una solapada tercerización de tareas riesgosas por parte de gasistas.
Uno de esos aspectos quedó en evidencia el mismo martes, cuando se demoraron al menos tres horas en cavar dos fosas para llegar a la tubería y cortar el fluido que avivó el fuego, en lugar de contar con llaves maestras por cuadra.
Aunque no se conocieron detalles, ayer también declararon el portero del edificio, Hugo Flores, y el responsable de la administración del inmueble, la empresa Calvillo.
En tanto, la fiscal Graciela Argüelles resolverá hoy sobre los pedidos de excarcelación que hicieron las defensas del gasista y su ayudante.
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