martes, 12 de noviembre de 2013

 



Supo tener prostíbulos en Entre Ríos, pero desde hace un tiempo estaba radicado en Santa Fe. Tenía un programa de radio, una productora de espectáculos tropicales y una cupé de alta gama imposible de pasar desapercibida. Para la justicia federal es el organizador de una banda que se dedica al tráfico de drogas. Cómo empezó la causa y qué alcance puede tener.



Raúl Narciso “Beto” Basimiani, supo ser un “fiolo, pero de los de antes”, en los años del menemismo, donde la pobreza empujó a muchas chica al mundo de la noche y los cabarets. Ahí estaba “Don Raúl” para reclutarlas y ubicarlas en distintas ciudades de Entre Ríos. Luego, el negocio no funcionó para Basimiani, muchas presión de jueces y causas judiciales que lo rozaron, una de ellas la de la pequeña Fernanda Aguirre, aunque en esa no tuvo participación alguna.

Establecido en Santa Fe, se encargó de patrocinar a pequeñas bandas de cumbia y condujo un programa de radio en una FM local que se caía a pedazos. Todas, al parecer, fachadas para camuflar su verdadero negocio. La justicia federal santafesina cree que Basimiani en el organizador de una banda santafesina dedicada a vender drogas en la región. Los teléfonos de “Beto” estaban intervenidos por la SIDE en Buenos Aires y cada tanto un oficial de la Superintendencia de la División de Drogas de la Policía Federal iba a buscar las conversaciones registradas en el teléfono de “Don Raúl”, como se lo conocía hace una década. Toda la investigación que lo puso preso a Basimiani – el jueves pasado en horas de la noche – la impulsó la fiscalía federal santafesina, a partir de varias líneas de investigación.

El Ministerio Público investigaba desde hace tiempo a Basimiani. En 2012, la Dirección de Asuntos Internos de la provincia y la División de Inteligencia Centro Norte de la Dirección de Control y Prevención de Adicciones desarrollaron pesquisas tendientes a seguir los pasos del productor musical. Una de esas investigaciones estaba vinculada a la relación de Daniel “Tuerto” Mendoza, otro narco regional, con oficiales superiores de la policía antinarcóticos de la policía santafesina. De ese gajo saltó otra arista: la conducta desplegada por Basimiani en dos kioscos que además vendían drogas, ubicados sobre la Avenida Aristóbulo del Valle, en Santa Fe. Basimiani tenía una productora de contenidos para TV en ésa avenida troncal, a la altura del 5.100, allanada el jueves pasado en horas de la noche por los federales. Vivió en calle Castelli al 1.700 pero últimamente habitaba en la casa que era del “Tuerto” Mendoza, en calle Los Jazmines en el distrito costero de Colastiné. En esa finca, el 12 de julio del 2012, la policía santafesina ingresó con una orden judicial, detuvo a Mendoza y secuestró 15 kilos de cocaína y elementos de cortes para la fabricación de la droga. No fue casualidad. Un informe de la Dirección de Asuntos Internos daba cuenta en marzo del año pasado que podían existir relaciones entre ambos personajes. Por cierto, un testigo de identidad reservada, que brindó testimonio en marzo de este año, aportó otros datos de interés para profundizar la pista de las actividades de “Beto”.

La banda

“Beto” Basimiani estaba organizando la llegada de Juan “Corazón” Ramón a la ciudad. Quería poner publicidad en los medios grandes y reposicionarse fuerte, luego de la obtención de varios premios “Santa Fe Oro”, entregados este año. También fantaseaba con poner una radio “a todo culo” –decía – y sumar a figuras del periodismo y de la animación de la ciudad. Su horizonte se volvió color plomo cuando el 18 de septiembre pasado, otro operativo de la policía federal en la capital provincial empezó a cerrar el circuito. Aquella vez, dos personas fueron detenidas en una casa de calle Belgrano, en la zona de la terminal de ómnibus local. Las escuchas telefónicas permitieron enlazar los dichos de los detenidos y la presunta responsabilidad de “Beto” en el andamiaje ilícito. Cuando el viernes pasado, Basimiani se sentó frente al juez federal Francisco Miño, él y su abogado fueron impuestos de los elementos de cargo. Así escucharon cómo se lo asociaba a la venta de drogas en 2012, en dos kioscos de la ciudad, y la relación con los hechos de septiembre pasado, además de profusas escuchas. El magistrado le imputó haber participado en carácter de organizador de actividades de comercialización de drogas llevadas a cabo en tres inmuebles, dos de ellos kioscos, durante el 2012. Por otro lado se le impuso haber intervenido en la tenencia de drogas secuestrada en el allanamiento del 18 de septiembre, que tuvo dos detenidos.

El jueves pasado, cuando fue detenido Basimiani, también quedó en ese estado un familiar directo de “Beto”, lo que lleva a pensar que por la cantidad de detenidos en esta etapa investigativa, se puede inferir que la imputación contra todos podría agravarse por la participación de dos o más personas, como lo estipula el código penal argentino. Si bien en la casa de Basimiani no había drogas, sorprendió a los pesquisas que tenía una pistola 9mm, un chaleco antibalas de la policía santafesina y una cupé BMW de alta gama, valuada en 600 mil pesos, una camioneta WV Fox y otros elementos de valor para la causa.

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