Biohacker se injerta un chip del tamaño de un celular en un brazo
Aseguró que se empezó a interesar por en la modificación electrónica del cuerpo con la intención de lograr alcanzar la inmortalidad.
El biohacker Tim Cannon decidió injertarse, sin la ayuda de un doctor y sin anestesia, un chip del tamaño de un smartphone en su brazo con la intención de poder controlar una enfermedad que le hace subir rápidamente la temperatura en su cuerpo.
Se trata de un desarrollador de Pittsburgh, Estados Unidos, que explicó que lo hizo para controlar la temperatura de su cuerpo y, para eso, hizo que el chip se comunicara con su tablet con Android a través de una conexión Bluetooth. En caso de emergencia, también la configuró para que envíe mensajes de texto.
Según comenta, él es la primera persona en todo el mundo quien se implantó un dispositivo para "mejorarse".
Cannon explicó que se comenzó a interesar en la modificación electrónica del cuerpo con la intensión de lograr alcanzar la inmortalidad.
En una entrevista con MotherboardTV explicó que quiere vivir miles de años: "No quiero morir. No entiendo por qué alguien querría".
El procedimiento fue llevado a cabo, sin anestesia, por el tatuador Steve Haworth. Cannon lo eligió a él porque explicó que ningún cirujano estaría dispuesto a hacerlo.
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