jueves, 12 de septiembre de 2013


     


Se extiende por decenas de hectáreas de los esteros conocidos como Cañada Uribe, al noroeste del casco urbano. Habría comenzado por el accionar de cazadores de nutrias. Bomberos voluntarios y vecinos trabajan arduamente para sofocar los focos ígneos.

En la siesta de este martes, el cielo de la ciudad comenzó a poblarse de densas columnas de humo arrastradas por el viento que sopla desde el cardinal norte. El origen de la profusa humareda, es la consecuencia directa de un incendio forestal de grandes proporciones que se desató desde ayer en la conocida cañada Uribe, en campos propiedad de la Familia Azúa. Aunque algunos testigos que trabajan en el lugar, dieron cuenta a Revista Rescatados que se habría iniciado en campos de la familia Zordán. Al parecer el primitivo foco ígneo habría sido causado por el accionar de cazadores de nutrias o iguanas.

El incendio se extiende por una franja de más de 1000 metros, desde unos 5 kilómetros al norte del camino al río Calchaquí e incluso continúa por el ímpetu del viento hacia el sur. La vegetación seca es combustible propicio para la propagación del fuego que a su paso consume árboles, postes de alambrados y hasta peligran postes del tendido eléctrico a la vera del camino.

En el lugar trabaja una dotación del cuerpo activo de la Asociación de bomberos voluntarios y la policía local, como también colaboran vecinos de la zona. Máquinas motoniveladoras y tractores con arados tratan de crear cordones de tierra limpia que no permitan la expansión del fuego. Aunque muchos creen que las condiciones climáticas no permitirán controlar el incendio en las próximas horas y prevén que llegará hasta los puentes Grass.

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