El juez de Sentencia Nicolás Muse Chemes dictó penas que van de los 8 a los 10 años de prisión para los seis acusados, entre los que se cuentan una mujer y cinco hombres mayores.
Cinco hombres de avanzada edad y una mujer de la ciudad de Vera fueron condenados a penas que van de los 8 a los 10 años de prisión, por el juez de Sentencia, Nicolás Muse Chemes. El magistrado se expidió el miércoles pasado sobre el caso que conmovió a la comunidad norteña en 2011, cuando una nena de tan sólo once años reveló su historia de marginalidad y abusos a la que era sometida.
Entre los imputados, Juan Simón Sánchez fue condenado a 10 años de prisión como autor penalmente responsable de los delitos de “abuso sexual con acceso carnal, reiterados a menor de 13 años de edad, en concurso real, y éstos en concurso ideal con promoción de la prostitución de menor de 13 años”.
Manuel Ángel Gómez, Héctor Amadeo Ibarra y Raúl Alfredo Bolaño recibieron 8 años de cárcel por el mismo delito; mientras que Oscar Ortíz fue condenado a 8 años sumándosele el delito de “promoción de la prostitución de menores de 13 y 18”. Este último contaba con una condena a 3 años de ejecución condicional por lo que la pena unificada alcanzó los 9 años en total.
La mujer, Ángela Bossio, mereció 8 años de prisión al ser considerada “autora penalmente responsable de los delitos de promoción y facilitamiento de la prostitución de menor de trece años”.
Denuncia de la madre
El titular del Juzgado de Sentencia del Distrito Nº 13 de Vera, Muse Chemes, tuvo a su cargo resolver en un caso que se inició el 4 de abril de 2011, con la denuncia por paradero de la madre de una chica de 10 años. La mujer dijo entonces que la menor se había ido a vivir a la casa de Ángela Bossio y contó que después de varios días la fue a buscar pero no estaba.
En su defensa, la imputada le dijo a la policía que la niña no había vuelto de la escuela y finalmente la encontraron en la calle.
Pero la pequeña dijo que estaba con Ángela porque allí la trataban “mejor que en su casa”. Hacía al menos seis meses que la nena atravesaba esa situación; es más, Ángela había dicho que la madre se preocupó recién cuando advirtió que no iba a percibir más el plan social porque la nena no iba a la escuela.
La historia que se presentaba como un caso de marginalidad extrema, desprecio y abandono derivó en acusaciones aún más graves cuando aparecieron los cargos por abuso sexual.
Hombres solos
Primero se dijo que en su estadía fuera de su casa, la nena era sometida por el concubino de Ángela Bossio, un hombre de 36 años que finalmente fue sobreseído.
Pronto apareció otra víctima, de 15 años, que le pedía a la nena de 10 que la acompañara a casas donde vivían hombres solos. “Yo sabía que iba a estar con tipos, quienes le daban plata”, dijo en referencia a las habituales visitas.
Así empezaron los allanamientos, las primeras detenciones e indagatorias. Juan Simón Sánchez, el viudo de 82 años, fue el primero en caer, junto con Manuel Ángel Gómez, un soltero de 72 años. Más tarde fueron apresados “Cacho” Ortiz, de 69 años y “El Emir” Héctor Amadeo Ibarra, un divorciado de 48 años.
Finalmente aparece la denuncia contra Raúl Alfredo Bolaño, un empleado judicial de 59 años a quien todos conocían por el apodo de “Fredy”, que fue detenido junto a Bossio, la mujer de 52 años.
Enfermedades venéreas
Entre el cúmulo de pruebas reunidos a lo largo de la causa, el juez Muse Chemes valoró en los considerandos el dato objetivo de que “la pequeña presentaba verrugas compatibles con virus de papiloma humano (HPV), sintomatología hallada en los imputados Ortiz y Gómez lo que nos lleva a presumir que todos ellos mantuvieron relaciones sexuales”, expresó.
Por otra parte, el magistrado entiende que “no debe perderse de vista el contexto de donde proviene la víctima y su entorno. Se trata de una menor que, ante las carencias materiales en su hogar (sin agua potable, sin energía eléctrica, etc.), comenzó a frecuentar otros lugares más confortables, donde se sentía mejor. Así faltaba de su casa por varios días sin avisar a su madre, que tampoco parecía desesperarse por la situación”.
A pesar de su corta edad, las dos menores pudieron describir los lugares donde estuvieron, con detalles de las casas de los imputados e incluso del físico de los propios imputados.
También se comprobó que a cambio de servicios sexuales recibían una paga estimada en los $ 30 y que Ángela Bossio “tenía conocimiento de todo. Albergaba a la niña y la enviaba a la casa de los hombres para luego pedirle el dinero que recaudaba”.
El dato
Informe psicológico.
El informe del equipo interdisciplinario que trabajó con la pequeña de diez años destaca que la “declaración testimonial fue consistente, clara y coherente, realizada con lógica esperada de acuerdo con su edad y características socioculturales. No detectándose producciones imaginarias o fantásticas, concluyéndose que no debe someterse a nuevas prácticas forenses por no encontrarse elementos que justifiquen la exposición de la menor a una revictimización”.
“Embrutecidos por el alcohol”
En los considerandos del fallo el juez de Sentencia Nicolás Muse Chemes puso de resalto uno de los pasajes de la defensa de Ángela Bossio, que se queja de la calificación legal atribuida a su pupila amparándose en la cuestión de la marginalidad social de víctimas y victimarios.
“Del análisis de todas las declaraciones se desprende las tristes consecuencias de la marginalidad y pobreza en la que se desarrollaron, el descontrol y la libertad que tenían, motivadas por la ausencia del control familiar”, dice en relación a las menores que aquí aparecen como víctimas.
“La experiencia diaria nos pone frente a imputados que en el mejor de los casos tienen educación primaria y en otros ni siquiera eso, embrutecidos por el consumo de alcohol, drogas o mala alimentación en su niñez”, argumenta.
“En cuanto a la víctimas, también encontramos informes forenses donde los especialistas advierten el grado de madurez superior a la cronológica y caracteres sexuales secundarios de una edad superior (debido) al fracaso del sistema educativo como control social de segundo grado”, completó.
En libertad.
Actualmente todos los imputados se encuentran en libertad, dado que fueron excarcelados “por sustitución de prisión” a mediados de 2011. La medida adoptada por la Cámara de Apelación Penal de Vera, tras la confirmación de los procesamientos continúa vigente, dado que la sentencia conocida la semana pasada no se encuentra firme. Fuentes tribunalicias confirmaron que el fallo ya fue notificado a las partes que ya recurrieron a la segunda instancia. Cabe destacar que de confirmarse la sentencia, los seis deberán ser encarcelados dado que la pena es de cumplimiento efectivo.
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